Aunque puede tener miles de años de historia y antecedentes, el origen del veganismo como lo conocemos, nació en Gran Bretaña, en la década de los 40's por Donald Watson y su esposa Elsie Shrigley, para diferenciarse del vegetarianismo, haciendo de su convicción un estilo de vida que derivó en la fundación de uno de los movimientos sociales más importantes en el siglo XXI.
El veganismo se convierte entonces en un movimiento ético, político y social por los derechos de los animales. Si bien es cierto, el término veganismo aún no contaba con una definición oficial en 1944.
Un vegetariano elimina de su dieta las proteínas animales, manteniendo el consumo de productos de origen animal donde no hay sacrificio alguno. Una persona vegana es aquella que no solo no come carne, pollo y pescado, sino que excluye en la dieta, los productos derivados de animales, como son el huevo, la leche, la miel… entre otros, dicho de otra manera es un Vegetariano muy extremo.
Los motivos pueden ser diversos: Pitágoras en la antigua Grecia o el budismo en Asia ya incorporaban la idea de no consumir ni usar productos de otros animales para ejercer la no violencia. También puede haber motivaciones relacionadas con la salud.
En 1986, finalmente, la definición de la palabra "vegan" es incluida en el Oxford Dictionary como “aquella persona que se abstiene de consumir cualquier producto de origen animal (vegetariano estricto)”. Y es así que el movimiento se hizo más evidente hacia el siglo XXI.
Pero si el vino se elabora de uvas, por qué estamos tocando este tema??
Si bien es cierto, el vino es un producto de origen vegetal, durante su proceso de elaboración puede haber contacto con algunos productos de origen animal. La diferencia entre un vino vegano y un vino tradicional radica en la clarificación del vino, un proceso al que se somete el vino para limpiarlo y eliminar impurezas que puedan enturbiarlo en el paso previo al embotellado.
En esta etapa de calificación del vino, comúnmente se utilizan Albúmina de huevo, la caseína (una proteína derivada de la leche), gelatina (que se obtiene de cartílagos de animales, casi siempre de pescado), o la llamada ictiocola (que se obtiene de la vejiga natatoria de algunos peces). El vino sigue siendo de origen vegetal, pero al estar en contacto con un producto animal, el vegano lo excluye de su posibilidad de selección.
La alternativa a esto son los llamados vinos veganos, que se fabrican con clarificante que no tiene origen animal o que omiten estos procesos. Estos clarificantes son proteínas que se extraen de alimentos como el trigo, la papa o los guisantes. También los Carragenanos, que se han comenzado a utilizar en los últimos años. Se trata de una sustancia que se extrae de varias algas marinas y se utilizan en alimentación como estabilizantes. Pero sin duda el clarificante más utilizado es la Bentonita, de origen mineral. Se trata de un polvo de arcilla que sirve igualmente para eliminar impurezas de los vinos utilizándose normalmente en la producción de vinos blancos.
Utilizar un filtro u otro no añade ni aporta características organolépticas a los vinos. Es decisión de la bodega optar por filtrar o no sus vinos o definir el origen de sus filtros y clarificantes. Lo que sí sucede es que algunas bodegas utilizan certificadoras para identificar sus etiquetas con un sello distintivo de modo que sea perceptible y de conocimiento para el consumidor. En otros casos, las bodegas ya hace tiempo usan filtros vegetales o minerales, pero no lo hacen visible. De este modo, el consumidor vegano tiene la oportunidad y tranquilidad de elegir sus vinos sin la preocupación de pensar en el manejo de la bodega o simplemente dejar de consumir vino por el desconocimiento.
Esta práctica también va relacionada con el manejo de viñedos ecológicos, de viñas que no han sido tratadas con abono o plaguicidas químicos artificiales. Donde se controla aún más la adición de sulfitos (o sulfurosos) a los vinos (usado como bactericida y antioxidante). Hay que tener en cuenta que durante la fermentación del vino se producen sulfurosos de manera natural y en pequeñas cantidades, los llamados sulfitos endógenos. Hay productores que consideran que no se deben de añadir más sulfitos para la conservación del vino dando lugar a los llamados "vinos sin sulfitos".
De cualquier manera, espero que te haya quedado claro que tenemos muchas opciones para elegir los vinos que consumimos, incluyendo a los "vinos veganos", mientras que para las "personas veganas" estos serían su única opción. En Panamá contamos con varias etiquetas veganas. Puedes buscar en tu app de vinos Wineder o revisar en la contra etiqueta si el vino cuenta con un sello calificador.
La producción de vinos aptos para veganos ha aumentado en los últimos años para cubrir la demanda que generan estas personas, pero también para entender la filosofía del veganismo, el respeto por los animales, por el medio ambiente y la relación respetuosa del hombre con la naturaleza.
Las reglas del veganismo
El veganismo es un movimiento político favorable a los derechos de los animales que se practica sobre la base de ciertas reglas en el consumo de fuertes valores morales.
1. Alimentación: no consumir productos de origen animal o fruto de su explotación.
2. Vestimenta: utilizar prendas desarrolladas con fibras vegetales o sintéticas.
3. Entretenimiento: no asistir a espectáculos donde se utilicen y/maltraten animales o bien, rechazar la caza o la pesca.
4. Evitar consumir productos experimentados en animales, aunque en el ámbito médico esto es muy difícil.
5. No comprar animales para la compañía. Optar por la adopción.
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