Requisitos:
Lo primero y más importe es que te guste el vino.
Lo segundo, que estés interesado en aprender. Y
Tercero, que lo repitas frecuentemente para practicar.
Catar significa degustar con atención
Se trata de poner los 5 sentidos en lo que estamos haciendo, ya que cada uno de ellos nos permite realizar una etapa de la evaluación de esta noble bebida.
Podemos determinar 3 etapas en la evaluación organoléptica de los vinos. Etapa visual, olfativa y gustativa.
Etapa Visual: en este punto evaluamos el color, la intensidad, el brillo, viscosidad y claridad. Determinamos de qué tipo de vino se trata; tranquilo (sin burbujas) o espumante. Su color (blanco, rosado o tinto), el tono e intensidad (baja, media o alta), que nos indican qué variedad de uva podría ser y la edad del vino. Hay cepas que producen vinos con mucho color y otros con tonalidades menos intensas. Entre más joven, será más brillante y; a más tiempo de guarda y edad, bajará su brillo, pero además irán oscureciéndose los blancos y aclarándose los tintos, por efectos de la oxidación.
La manera correcta de hacerlo es inclinando la copa unos 45° y poniéndola contra un fondo blanco (puede ser una servilleta , papel o mantel). De este modo se ve el fondo y el ribete, que permite ver los matices de color derivados por la vejez del vino.
Etapa Olfativa: en esta etapa debemos poner a trabajar nuestra memoria olfativa. Esto requiere de práctica y un poco de esfuerzo, pero en la medida en que lo ejercitemos, cada vez resulta más sencillo. Es aquí en donde debemos reconocer los aromas que salen de la copa., por lo que es importante reconocer que hay 3 tipos de aromas:
Primarios: los propios de la fruta
Secundarios: los producidos por la fermentación y vinificación
Terciarios: los resultantes de la guarda en barrica
La manera de hacerlo es tomando la copa y metiendo la nariz por completo en la boca de la copa, inspirando profundamente y haciendo una pausa para pensar en los aromas que nos recuerda. Para esta etapa debemos oler primero la copa sin agitarla, analizar y apuntar los aromas detectados. Seguidamente, agitamos la copa y volvemos a oler, analizar y apuntar. Son diferentes; así que no te apresures y descansa, ya que el órgano del olfato se satura rápidamente.
Etapa Gustativa: una vez culminamos con los aromas, pasamos a la etapa gustativa. Aquí definimos si lo encontrado por la nariz, se constata con la boca. Puede haber diferencias, no hay problema.
Aquí debemos tomar un primer sorbo para preparar el paladar y la lengua, para que las papilas gustativas puedan diferenciar lo que perciben. Unos 5 segundos después, tomamos un segundo sorbo y entonces es el momento de la evaluación.
El sentido del gusto es capaz de diferenciar 4 sabores: dulce, ácido, salado y amargo. También está un 5° sabor, el umami, pero eso lo veremos en otro momento.
Hay vinos que pueden tener un sabor más intenso y marcado que los otros (casi nunca salado) y otros que pueden resultar más equilibrados o balanceados. A estos se les conoce como "redondos".
En esta etapa hay una conjugación con otros 2 sentidos: el del olfato, que nos permite confirmar las notas que nos recuerdan los vinos al pasar por la garganta, lo que se conoce como retro gusto. Aquí también definimos la persistencia o permanencia en boca, ya que hay vinos que aún cuando ya los pasamos, los seguimos saboreando y recordando. Otros pasan y no pasa nada!
También aquí entra a jugar el sentido del tacto, a través de la evaluación de la temperatura del vino. Si está muy frío o muy tibio, puede cambiar la percepción de los aromas y sabores. Si se siente pesado o denso, se conoce como sedoso o aterciopelado. Y si seca mucho la boca, estamos hablando ahora de la astringencia.
Por último, no podríamos dejar por fuera al sentido del oído, verdad? El vino es alegría y está siempre relacionado con compartir, acompañar momentos felices. Disfrutamos escuchar el delicado gemido del corcho saliendo de la botella o; más emocionante aún, cuando el corcho de un espumante sale volando y nos hace vibrar con ese "PUP!". El sonido envolvente del vino cayendo en la copa y llenándola de ansiedad y éxtasis. Y como el vino es vida, el delirante sonido que hacen las copas cuando las acercamos para brindar y deseamos SALUD! para nuestros amigos: "CLINK!".
Conoces la Leyenda del Brindis?
Ahora se cierra el ciclo y todo cobra sentido, pues definitivamente no podríamos apreciar tanto al vino, si no fuera porque nos entrega y entregamos todo cuando estamos con él. El vino despierta pasiones y nos habla de arte, de música, de lugares, de placeres, de emociones...
El vino es la prueba de que Dios nos ama y quiere nuestra felicidad - Benjamin Franklin
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